lunes, 22 de noviembre de 2021

Ni hartos de Heno

 Pasado, presente y futuro,

que triste el correr del tiempo que nos arrastra la vida,

apretando la garganta, poniéndote zancadillas.

Y lo más triste de todo, es que nos dejamos llevar,

sin pararnos a pensar, dejamos de respirar,

pues el tiempo apremia hermano, quema el trabajo en las manos,

y la cinta corre más.

Cuesta mantener el hilo, el que a fuerza de capones,

te incita a querer tal, o cual.

Más consumo aunque no puedas, por que al mirar la cartera 

te dan ganas de llorar.

Pero no se para el mundo a pesar que algunos caigan,

sobre muertos la carrera , hasta la meta llegar.

La ignorancia de  la vida, se nos mete por los ojos,

nos deja mudos y ciegos, pero ni hartos de heno ,

conseguimos  despertar.

Dolores Egea ( Lolaila)


Imagen encontrada en la web 

lunes, 11 de mayo de 2020

Sara y el camino.

De puntillas y sin ruido caminaba azorada, de esquina a esquina del anden. Las gotas de sudor perlaban su frente, a pesar del frío hiriente que azotaba sus huesos.
De repente lo escuchó a lo lejos y su ansiedad creció a pesar de ver cercano el fin a su larga espera. Vió acercarse el tren, en cuanto este hubo parado subió con premura, deseando poner tierra de por medio al dolor sufrido en su cuerpo y en su corazón. Cargada con una pequeña bolsa de mano y golpes en todos los puntos de su cuerpo, avanzó por el vagón rumbo  hacia su nuevo destino.
No quedó tranquila hasta que el tren emprendió la marcha, entonces cayó  en un profundo sueño que la trasladó a la niñez, cuando entre los brazos de su padre reía y era feliz.

Sara, la protagonista de esta historia, nació en un pequeño pueblo de la costa gallega, para mantenerlo en el anonimato le llamaremos  Fencos
. Escondido entre uno de los recovecos de la Costa da Morte,  un pueblo de belleza singular.


Capitulo  1


Amanecía despacio sobre las amapolas y las verdes hojas de los frutales, que se perdían ante sus ojos. Sara disfrutaba los rayos del sol que poco a poco calentaban la punta de su nariz y removiéndose bajo su abrigo acomodaba su tibio cuerpo abrazándolo con fuerza.
Las golondrinas juguetonas, alegraban con sus nerviosos trinos la mañana y la acompañaban en su paseo matutino. El camino era largo y pedregoso, pero la paz que se respiraba aquella mañana le daba fuerzas para llegar al final. Porque era eso lo único que ella necesitaba, paz en su alma y en su vida. Se sentía fuerte, se sentía capaz de todo en aquel entorno . Se sentía libre, que palabra tan hermosa..¡LIBRE! 

Después de su reconfortante paseo llegó por fín a la casita de madera. Entró y cerró tras de si la puerta. La abrazó el calor de su lumbre encendida. 
Que bonita era su casita y que entrañable el paisaje que la rodeaba. Disfrutaba cada momento en aquel lugar y cada situación de su nueva vida.
Si,todo era hermoso a su alrededor y dentro de ella  también, pero el dinero se acababa y pronto debería buscar trabajo. Bueno, no le importaba , mientras siempre pudiese volver allí a descansar de un largo y duro día
Un interesante currículum y muchos años de experiencia le abrirían caminos allá donde fuese. Estaba decidida , mañana se pondría manos a la obra. Y con esta nueva ilusión  en su pensamiento, se quedó plácidamente dormida frente al calor de su hogar, mientras afuera bajo el frío de la negra noche  aullaban los lobos hambrientos.

sábado, 25 de enero de 2020

Solo Azura

Cuando Azura derrumba la muralla,
que el silencio levanta en el camino,
se abre el cielo cubierto por las luces,
es estrella en las huellas del destino.
Y no hay barro que borre aquellos pasos,
vendavales que tapen con las hojas,
ni las piedras, la lluvia, ni la nieve,
sus heridas de sangre brillan rojas.
Y aunque siempre latieron corazones,
en el tempo que marca la distancia,
nunca fueron excusas, ni razones,
su amistad es dulzura en lontananza.
Y es que Azura, cuando ama es el amor,
es la vela que enciende las antorchas,
es la luz que ilumina el corazón,
la pasión, las espinas de las rosas.

Dolores Egea ( Lolaila)


miércoles, 22 de enero de 2020

Retornando al camino

De puntillas y sin hacer, a penas, ruido, vuelvo a retomar el camino que nunca abandoné.
Me gustaría decir que vuelvo con energías renovadas, con mas fuerza y ganas que antes,
pero no sería verdad. Vuelvo porque si, simplemente me apetece y como hace ya tiempo que me prometí hacer solamente lo que me apeteciese, pues sigo fiel a mi promesa.
Hoy lo que verdaderamente quiero, es dejar en este blog un poema de mis favoritos..


Cristales rotos ( Fusionado de Jose Antonio Sanchez Egea y Dolores Egea)

Vuelvo a casa, tras una larga ausencia.
Los maestros ya nos están,
se cansaron de enseñar a oídos sordos.
El viento sacude las hojas secas,
bajo pupitres vacíos
y paredes desconchadas por el tiempo.
La vieja pizarra, se esconde tras letras huecas
y un mugriento cuaderno, descansa tras los cristales rotos,
de esta ventana,
por la que mis ojos miran, con melancolía y tristeza.
Melancolía y tristeza,
palabras que van de la mano,
miradas atrás en el,
recuerdo,
de otro tiempo que nos toca vivir.
Sentimientos vagamente olvidados, regados por la nostalgia
y el falso anhelo de hacernos mayores.
Porque al fin y al cabo el regalo de esta vida es eso,
el desear que nuestro presente se convierta en nuestro futuro,
sin saber que algún día añoraremos el pasado

Mi sobrino Jose Antonio Sanchez Egea, me sorprendió , gratamente , terminando este poema. 


lunes, 13 de marzo de 2017

La vida es un tango



Camina el hombre la senda
y en su piel quedan guardadas,
en cada arruga del tiempo,
con tinta sus esperanzas.
En cada página en blanco,
dejó un pedazo de cielo,
sus madrugadas de insomnio,
contemplando el universo.
Mirando una calle vieja,
desde el balcón de su alcoba
compara su pobre vida,
con una antigua milonga.
Con sus pasos y vaivenes,
al ritmo del tango viejo,
recorriendo cada escena ,
de sus perdidos momentos.
Ata su camisa nueva
y empieza a mover los pies,
y el acordeón remueve ,
las promesas del ayer.
Dolores Egea ( Lolaila)
La vida, es como un tango viejo, hay que aprender a bailarlo, primero con prudencia, después, con pasión.

domingo, 12 de marzo de 2017

Collar primavera

Estos collares nacieron una tarde de aburrimiento, de esas en los que tu único aliado es la inspiración.
Espero les gusten.